“Iglesia de Santa Clara”
(La casa de Jesús del pensamiento)
La iglesia de Santa Clara, es como una perla, que se parece perder, entre las luces de neón y los rotulos de publicadad de la gran ciudad.
Es una iglesia pequeña, si se le compara, con el templo vecino, dedicado a San Francisco. En la antigüedad ocupaba casi una manzana, pues allí también había un convento, pero fue destruido por los terremotos de 1917 y 18. La verdad es quepoco a poco fue perdiendo espacio, pues clli se construyó el teatro Capitol, que años después pasó a ser los cines Capitol y el complejo comercial en plena sexta avenida.
Se asemeja más a una capilla y por lo mismo, invita a la oración, en medio del bullicio y la confusión. Al entrar, es seguro que te encontrarás, con su mirar, a un lado, en un pequeño altar, allí está Jesús del pensamiento, una imagen que evoca paz en medio del sufrimiento.
La iglesia en 1991 sufrió un incendió, el cual destruyó el altar mayor, así como varias reliquias religiosas, pero pese a los embates de la naturaleza y el tiempo, se mantiene de pie, como una palmera en el desierto, como señalando donde hay agua.
Oxwell L’bu copyrights 2019
(La casa de Jesús del pensamiento)
La iglesia de Santa Clara, es como una perla, que se parece perder, entre las luces de neón y los rotulos de publicadad de la gran ciudad.
Es una iglesia pequeña, si se le compara, con el templo vecino, dedicado a San Francisco. En la antigüedad ocupaba casi una manzana, pues allí también había un convento, pero fue destruido por los terremotos de 1917 y 18. La verdad es quepoco a poco fue perdiendo espacio, pues clli se construyó el teatro Capitol, que años después pasó a ser los cines Capitol y el complejo comercial en plena sexta avenida.
Se asemeja más a una capilla y por lo mismo, invita a la oración, en medio del bullicio y la confusión. Al entrar, es seguro que te encontrarás, con su mirar, a un lado, en un pequeño altar, allí está Jesús del pensamiento, una imagen que evoca paz en medio del sufrimiento.
La iglesia en 1991 sufrió un incendió, el cual destruyó el altar mayor, así como varias reliquias religiosas, pero pese a los embates de la naturaleza y el tiempo, se mantiene de pie, como una palmera en el desierto, como señalando donde hay agua.
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