domingo, 24 de marzo de 2024

“En vigilia…”


 “En vigilia”
(Esperando al Nazareno moreno)
Allí en esa avenida en medio del templo de la Merced y San José, transcurrió una parte de mi vida…

En esa calle ancha, hay hullas con historia que vienen a la memoria; como esas vigilias esperando la salida del Nazareno moreno del templo de San José. La noche del sábado, lo recuerdo, se cerraba la calle y se limpiaba y luego se trazaba el área donde se haría la alfombra. Los vecinos en su mayoría, se unían para plasmar ese arte inspirado por la fe, arte que solo duraba un momento, pero dejaba una huella eterna, como una flor en las manos de una doncella…

Era pasar la noche a media luz, era degustar de un buen café con pan(de las dos panaderías que quedaban cerca y donaban, no solo para la alfombra, sino también con su producto para la vigilia). Era ver a Don Miguel y a don Pedrito, calculando el área y distribuyendo los materiales, era ver a los patojos, con las manos teñidas de colores y una alegría que no les cabía. Era seguir las instrucciones de don Rogelio y ver cómo los diseños en las plantias, iban creando aquel arte que duraría solo un momento.

Poco a poco iba amaneciendo y el cansancio, nos iba venciendo, pero la adrenalina que subía, cuando doblaban las campanas, anunciando la salida del nazareno moreno, re vigorizaba el fervor y esa amor.

Don Pedrito se subía al techo de su casa y negocio(foto Austin) para tomar las fotos desde lo alto, don Miguel empezaba a apagar los reflectores que iluminaron la vigilia en su negocio.

Y todos llenos de fervor contemplábamos la salida de aquella inmensa procesión y los patojos se perdían entre el montón.

Hoy muchos de aquellos señores ya no están y los patojos han crecido y se han esparcido, pero el fervor sigue latente, así como el recuerdo en el corazón y mente.
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Foto: Estuardo Jocol a travez de Pasiajes de Guatemala.
#señordesanjose
#procesiones
#semanasanta

“Y salió con fe…”



“Y salió con fe…”
Desde muy temprano
en el atrio de la iglesia,
su canasto colocó 
y su fe la animó…

Desde allí escuchó la misa,
vio a la gente ir de prisa
y apenas persignarse,
para lograr el mejor
lugar…

Otros llegaron retrasados
y algo enfadados,
tuvieron que escuchar
de pie.

Ella escuchó el sermón,
que avivó la fe de su corazón;
quiso pasar a comulgar,
pero quien le iba a cuidar
su venta.

Así que en oración,
recibió la Eucaristía 
en su corazón,
luego tomo en sus manos
El Rosario de su devoción.

Al concluir la misa,
la gente salió presurosa,
otra empezó a socializar,
mientras ella no dejaba
de ofertar, los ramitos
con los que la vida
se iba a ganar.

Pocos compraron,
por lo que se puso de pie
y tras la procesión,
los iba ofreciendo,
solo Dios sabe que
junto al nazareno
iba sufriendo…
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#semanasanta


 

martes, 19 de marzo de 2024

“Inspiración por fe”



“Inspiración por fe”
En Guatemala se vive 
la fe y esta inspira,
porque en la eterna primavera 
se respira.

Es esa inspiración,
que toca el corazón 
y que provoca esa 
pasión por la vida.

Es una fe vivida,
más que por tradición,
por la convicción 
que da la esperanza.

Por eso esas manifestaciones,
están plagadas de arte, 
un arte que trasciende.

Porque este enciende,
el fervor que es esa
llama de amor,
con la que se manifiesta la fe
en el Redentor.
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#semanasanta
#antiguaguatemala


 

sábado, 17 de febrero de 2024

“El canto de las jacarandas”

 


 “El canto de las jacarandas”

Ineludible es el canto de las jacarandas, aunque su canto sólo es perceptible para el alma…

Con su color de penitencia viene anunciando el inicio de la cuaresma; tiempo de preparación y devoción, tiempo para detenerse en el camino, para contemplar.

Tiempo para ponerse a pensar, en la finites de la existencia, en la rapidez con qué pasa la vida y que tarde o temprano en polvo te convertirás.

Pero más que un canto, es como una ópera, con sus momentos de drama y también se regocijó, porque la vida es así…

Pero las jacarandas en el camino, en quien ponen su confianza, quien las riega, quien las cuida y las abona, para que den flores tan bellas y llamativas a la vista. Quien se preocupa por ellas, cuando dejan de brillar y florecer, es el mismo que te vio crecer y te verá envejecer.

Por eso las jacarandas viene anunciando la cuaresma, tendiendo alfombras moradas en el camino, para señalar que nuestro destino está más allá del sol.

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#jacarandas

#Cuaresma

lunes, 15 de enero de 2024

“Memorias de Esquipulas I”


 “Mis Memorias  De Esquipulas”

Como quien busca una aguja en el pajar, así los niños empezaban a buscar, el rastro de la mano o el pie, que hacía un año, dos o una década, los papas habían marcado en uno de los ladrillos, al exterior del templo.  El papa aseguraba que era ese el ladrillo en el suelo donde había marcado el pie del niño y puesto el nombre, pero entre aquella legión de piecitos y manos marcadas cualesquiera podían ser…  

Salíamos en el autobús, pasado del medio día, rumbo a  la “Capital de la Fe Centroamericana” Esquipulas.  Los papas con fe y devoción, los patojos con la ilusión de hacerse de un nuevo juguete artesanal y ponerse el sombrero coronado de guirnalda de eternas primaveras,  Mas lo cierto es que el viaje tardaba alrededor de cinco horas, haciendo paradas en diferentes puntos donde vendían aguas en bolsa, así como las empanadas de los locos, perdón quise decir de Loroco y otras chucherías.

Poco a poco caía la tarde, hasta que todo se tornaba obscuro, lo cual invitaba a dormir a los patojos; luego de algunas horas por fin a la distancia se divisaba, el templo, cual perla resplandeciente, en medio de la espesura de la llanura de las montanas, en ese preciso momento los papas despertaban a los patojos para que la vieran.  Al llegar a Esquipulas, lo primero que hacían los papas, era asegurar un lugar donde pasar la noche, mientras a los patojos se les iban los ojos mirando los juguetes, los dulces, las chucherías y los juguetes que se exhiben en los puestos de ventas a lo largo de las calles.

Una vez instalados, en familia se dirigían a la Basilia donde se encuentra la imagen del Señor de Esquipulas.  La belleza e imponencia del templo barroco, impacta desde el primer momento, pero al entrar al templo un ambiente místico y de solemnidad hace que se encoja el corazón y que el alma empiece a levitar.  Las miles de velas prendidas, cada una siendo una plegaria de luz, dando gracias o haciendo una petición.  Los rezos, los cantos y ese calor humano hacia que incluso los patojos se compenetraran en esa búsqueda del rostro de Cristo, el Cristo Negro de Esquípalas.  Luego de presentar sus oraciones, se hacia la cola respectiva para pasar cerca a contemplar la imagen.  En este recorrido se podía apreciar, miles de placas, fotos y notas donde se expresaba la gratitud por los milagros recibidos. Al llegar al atrio se podía contemplar la bella imagen de color moreno, la cual debe su color no solo al tipo de madera con la que fue tallado, sino también al humo que despedían las miles de velas que con fe eran ofrecidas al Señor de Esquipulas.  Aquel era un momento profundo, místico y lleno de un ¡No se qué! que se quedada grabado en el alma.  

Al día siguiente, se degustaba de la comida típica del lugar, se recorrían los kioscos que se desplegaban a lo largo de las calles, los patojos con gusto se ponían sus sombreros coronados de guirnaldas multicolores, se compraban imágenes, rosarios, estampitas en fin, luego se dirigían nuevamente al templo, para ir a buscar la huellas del pie o la mano de tiempo atrás se había grabado en los ladrillos del piso de la parte exterior de la iglesia.  Después se iba a escuchar misa, se hacia una oración por cada miembro de la familia, para luego ir uno de los jardines exteriores del templo, donde un sacerdote bendecía a las personas con agua bendita, así como los objetos que habían comprado, como un recuerdo patente de la visita a esta tierra santa.           

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#cristonegro

#esquipulas

“Memorias de Esquipulas II”


 “Memorias de Esquipulas II”

Conforme caía la noche, los grandes árboles parecían fantasmas o mas bien eran ángeles, que como atalayas cuidaban la ruta de los peregrinos…

El camino desde la capital se hacía largo y se sentían los tirones que hacía el autobús en cada curva, todo aquello era obscuridad, hasta que de repente, una luz como una estrella, iluminaba el camino del peregrino. Hasta que la impotencia del templo blanco iluminado se dejaba ver, muchos se persignaban dando gracias por poder llegar a aquel lugar.


Luego de conseguir alojamiento, los paso se dirigían al templo, donde una larga fila de penitentes, subía uno a uno a pagar sus respetos y devoción a la imagen del Cristo crucificado, que se había negreado, debido al humo de tantas velas y el tipo de madera.


Pero subir, para bendecir era algo que se hacía con alegría y devoción, con una gran emoción en el corazón. En las paredes del recorrido se veían las placas de agradecimiento, las muletas y cosas por el estilo que atestiguaban los milagros recibidos.

Recorrer el templo, tanto en sus interiores, como exteriores era sentir  la fe que se vivía en aquel lugar, que invitaba al corazón a orar.

Esquipulas, la capital de la fe centroamericana, es un lugar que emana fe, esperanza y devoción, es un lugar donde  encuentra paz el corazón, porque allí hay un rasgo de la fe de más de una nación.

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Fotos: Héctor Giatan Alfaro

#esquipulas

#cristonegro

domingo, 14 de enero de 2024

“El príncipe negro”



“El príncipe negro”
Extraño es el color,
con que a veces se pinta
el más profundo amor,
para que este solo pueda
ser descubierto,
cuando se escudriña,
en las latitudes,
más profundas del alma.

Así como el príncipe negro,
ese tulipán cuyo color,
es como un lunar,
en el jardín donde florecen
con singular belleza,
esas flores de la esperanza.

Así es mi Cristo Negro,
el señor de Esquipulas,
que desde la tierra de la
eterna primavera,
irradia esa luz,
desde su cruz.

El príncipe de la Paz,
el rey de la primavera,
que en cada alma,
florece, cuando esta,
se abraza a la fe y la esperanza,
que irradia el príncipe negro,
crucificado.
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#principenegro
#tulipanes
#esquipulas