jueves, 30 de mayo de 2024

“Un amor que se parte”



“Un Amor que se parte”
Hay un altar, que se torna en la meza,
a donde todos hemos sido 
convocados, porque todos 
hemos sido invitados.

En ese altar, se manifiesta 
de manera sublime un misterio 
inexpugnable,
que solo encuentra explicación,
en el Amor.

Si, el Amor del Redentor, 
que quiso quedarse en el pan 
que comemos 
y el vino que bebemos.

Porque cada vez que se alza 
un cáliz y una patena, ese Amor 
se manifiesta de sublime manera.

Por eso ese amor se parte y se reparte, 
para que nadie quede con hambre,
esa hambre que tiene el corazón 
y solo puede ser saciada con ese
pan bajado del cielo.

Porque hay una sed que experimenta 
el alma, sed que solo puede ser saciada, con ese manantial de eternidad.

Por eso ese Amor, literalmente
se sigue partiendo, para que nadie 
quede con hambre.

Ese Amor se sigue repartiendo,
para que nadie se sienta excluido,
pues hasta el último latido,
el Redentor se entregó.

Oh! Divino misterio, es la Eucaristía,
esa que cada día, se celebra en el altar, 
donde el Amor se suele derramar.
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#corpuschristi
#eucaristia


 

jueves, 2 de mayo de 2024

“La comunidad trinitaria”

 


 “La comunidad trinitaria”

(Pedacitos de cielo)

Por aquellos años, aquella comunidad de jóvenes, vivan entre las exigencias de la vida estudiantil,(algunos trabajaban), las cosas de la juventud y  ese deseo y convicción de servir a Dios.


Fue por ese tiempo, que conocimos(miembros de la comunidad camino de la parroquia Jesús Resucitado) a la comunidad Trinitaria que tenía poco tiempo de fundación. Su cedé se localizaba en la calzada Roosevelt de la capita. Conocimos a madre Esperanza(Elena Esperanza Magaña) la fundadora, que parecía muy seria, pero cuando sonreía una luz se reflejaba en su rostro.


Nos hicimos asiduos visitantes de la comunidad trinitaria íbamos 2 veces por semana, algunas como comunidad y otras individualmente.

Tuvimos la bendición de asistir a la inauguración de su capilla un mes de mayo de 1988. Conversábamos y orábamos con las novicias que estaban en formación y nos compartieron que su misión era orar para la unidad de los hombres con Dios. Yo mi hice muy amigo de una novicia de nacionalidad nicaragüense, ella me compartió que pese a tener varios títulos universitarios, no había encontrado su razón de vida hasta que Dios la guió a dicha comunidad, me gustaba mucho la oración que hacían, que rezaba así: Padre, hijo y Espíritu Santo, ponemos frente a ti a los necesitados de este mundo, en los hospitales, en las cárceles, en la soledad y lo hacemos invocando ese cáliz y esa patena que se está elevando en este momento en cualquier lugar del mundo.”


Compartir con ellas fue sumamente enriquecedor espiritualmente, recuerdo que en una ocasión le pregunté a madre Esperanza el porqué del color de habito, a lo que ella respondió: Porque nuestra Madre quiere que reflejemos el cielo aquí en la tierra. Han pasado ya varias décadas, ya no soy aquel muchacho, pero no he olvidado, la oración que junto a ellas aprendí, ni las cosas que viví.

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#comumidadtrinitaria