Solo quien la ha vivido puede explicar esa experiencia mística y espiritual, de la presencia de Dios en las calles de Guatemala caminando sobre las alfombras de aserrín, flores y corozo, en medio de nubes de incienso… Donde la fe, la devoción y el amor se viven a flor de piel.
domingo, 4 de abril de 2010
***A Jesus Resucitado***
***Semana Santa en Guatemala IX***
(Al Resucitado)
Cayendo la alborada
la presencia de la luz
ahuyenta las tinieblas…
La semilla que hasta
ayer era muerta…
Hoy vuelve a germinar
y sus frutos serán eternos.
Es una tumba vacía
la causa de la alegría,
es el Cristo viviente quien
nos invita al cambio permanente.
Revestidos de fiesta llevan
por las calles al Resucitado
en procesión pero sobretodo
en el corazón…
El cielo vestido de un
azul imponente
y el sol sonriente ilumina
el camino del creyente…
Un camino que paso por
la cruz y el calvario,
mas no es ese su destino.
¡Ojala! Nos abramos a esa
Gracia que Jesucristo nos da…
La de tener cada día esa
posibilidad…La de resucitar con
El y vivir ese perpetua renovacion.
Oxwell L’bu
Foto por: Joselin de Samayoa
Madre de la Soledad
***Semana Santa en Guatemala VIII***
(Madre de la Soledad)
Como una rosa que florece
en el desierto en medio
de un vendaval…
En tu dolor te clausuraron
todas las salidas posibles
y la única que encuentras
es una ventana de fe…
Tu diste al mundo un bebe
hermoso y angelical
y recibiste de nosotros un
cuerpo sin vida y desfigurado.
Te dijeron será el rey de reyes
mas hoy solo vez en tu mesa
otro lugar vacio…
¿Quién podrá mitigar tu dolor
y tu pena? ¿Quién podrá llevar
a tu corazón consuelo?
¡Oh Madre de la soledad!
hoy los tres corceles tiran
de tu anda, la tristeza, el
silencio y la soledad…
Tu paso por las calles es
lento y cadencioso,
como quien no quiere
llegar a casa…
Porque sabe que ya nadie
le espera…
Porque sabe que hay un
lugar vacio que nadie
podrá llenar…
Oxwell L’bu
(Madre de la Soledad)
Como una rosa que florece
en el desierto en medio
de un vendaval…
En tu dolor te clausuraron
todas las salidas posibles
y la única que encuentras
es una ventana de fe…
Tu diste al mundo un bebe
hermoso y angelical
y recibiste de nosotros un
cuerpo sin vida y desfigurado.
Te dijeron será el rey de reyes
mas hoy solo vez en tu mesa
otro lugar vacio…
¿Quién podrá mitigar tu dolor
y tu pena? ¿Quién podrá llevar
a tu corazón consuelo?
¡Oh Madre de la soledad!
hoy los tres corceles tiran
de tu anda, la tristeza, el
silencio y la soledad…
Tu paso por las calles es
lento y cadencioso,
como quien no quiere
llegar a casa…
Porque sabe que ya nadie
le espera…
Porque sabe que hay un
lugar vacio que nadie
podrá llenar…
Oxwell L’bu
viernes, 2 de abril de 2010
Semana santa en Guatemala VII(Viernes Santo)
***Semana santa en Guatemala VII***
(Viernes Santo)
El nazareno purga su pena y
con paso lento va recorriendo
las calles de Guatebella…
Acompañado por su pueblo
que con fe, amor y devoción
y con actos de contrición
le entregan el corazón…
En todas las iglesias retumban
las últimas palabras del redentor
mientras la Madre escucha como
siempre en silencio y con Amor.
¡Es la hora noma! El redentor
en los brazos del Padre se ha
entregado… Con rodillas en
tierra mi pueblo eleva su oración.
Y las lagrimas se pierden entre
una nube de incienso…
Con todo el dolor del mundo
la Madre va tras el Cristo yacente
acompañada por este pueblo creyente.
En un cortejo majestuoso es llevado
por 240 penitentes a su morada temporal,
paso a paso todos van a despedirlo sin
querer decirle ¡Adiós!...
(Viernes Santo)
El nazareno purga su pena y
con paso lento va recorriendo
las calles de Guatebella…
Acompañado por su pueblo
que con fe, amor y devoción
y con actos de contrición
le entregan el corazón…
En todas las iglesias retumban
las últimas palabras del redentor
mientras la Madre escucha como
siempre en silencio y con Amor.
¡Es la hora noma! El redentor
en los brazos del Padre se ha
entregado… Con rodillas en
tierra mi pueblo eleva su oración.
Y las lagrimas se pierden entre
una nube de incienso…
Con todo el dolor del mundo
la Madre va tras el Cristo yacente
acompañada por este pueblo creyente.
En un cortejo majestuoso es llevado
por 240 penitentes a su morada temporal,
paso a paso todos van a despedirlo sin
querer decirle ¡Adiós!...
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