jueves, 22 de junio de 2017

***María De La Esperanza ***

***María De La Esperanza***
Perdió la brujula,
se le escondió el horizonte
y caminaba tropezando
a tientas entre las tinieblas.

Perdió la fe y la esperanza
era como un ave que huía,
el mundo se le vino encima
y su autosuficiencia sucumbió.

Un ángel se apiadó de él
y le hecho colirio en los ojos,
el colirio  que viene del alma,
cuando el corazón  se estremece.

Ensimismado y atormentado,
clamó al cielo, pero el cielo
no respondió...
Él toda esperanza perdió.

En medio de las tinieblas,
una luz suave brilló,
una luz que siempre estubo
allí,  pero él no miró.

Es una luz que resplandece,
sin importar si todo se oscurece,
porque es una luz que es reflejo
del amor infinito, de la fe perpetua.

Pero el hombre que solo busca
las cosas del mundo, no la puede ver,
el hombre que vive sin fe la confunde,
pero el que es del espíritu la distingue.

Es la luz de aquella que en medió
de las contradicciones y dudas,
dijo sí y acepto todo lo que conllevaba
ese sí,  hasta las últimas consecuencias..

Esa luz es como la luz que refleja la luna
en las noches, cuando el sol duerme,
 es la luz en la noche de la fe,
la noche del llamado...

Es una luz de esperanza,
la esperanza de una mujer,
que frente a las dudas y las
Pruebas mantuvo un silencio
reverancias y la lámpara encendida.
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