“A propósito de salvaguardar el patrimonio religioso y cultural del país”
Es hermoso contemplar, los cortejos procesionales, por la noche, la iluminación impresionante y ese efecto que crean las nubes de incienso con las luces, que parece que el anda va rompiendo con la obscuridad...
Es hermoso, pero no hemos detenido a pensar, en los riesgos implícitos que todo esto conlleva, luces, nubes de incienso, en no raras ocaciones juegos artificiales (pólvora) así como el hecho de pasar muy cerca del tentido eléctrico, con sus líneas de alta potencia. Todo esto en si crea un riesgo de incendio, el cual podría provocar la pérdida de vidas humanas, así como de las imágenes religiosas.
Hace algunos años, estudiantes de la facultad de ingeniería, de la escuela de ingeniería eléctrica de la universidad de San Carlos de Guatemala, realizaron un estudio al respecto, como parte de un proyecto del pensum de estudios de su carrera. Y habiendo examinado las instalaciones eléctricas de varios cortejos procesionales, se encontraron defectos en el diseño de los circuitos, así como violaciones a algunas normas de seguridad y el uso de materiales inadecuados, lo cual constituye un riesgo potencial de incendio por corto circuito o mal funcionamiento. A veces esto ocurría por desconocimiento o por buscar el ahorro de costos en materiales.
De dicho estudio, han pasado poco más de dos décadas y desconozco de primera mano, si en todos estos años se han hecho las correcciones que en su oportunidad se sugirieron. Pero independientemente de ellos, es hoy cuando se deben de tomar en consideración los riesgos y actuar en conformidad de los mismos. Porque por alta que sea la inversión, está es mínima si se compara, con la potencial pérdida de patrimonio irrecuperable y no digamos de vidas humanas.
La Semana Santa en Guatemala, sigue siendo una de las más bellas del mundo, no permitamos que esta un día se vea empañada por un descuidó o negligencia, o por minimizar costos. Cuando era estudiante de ingeniería, varios de nuestros maestros siempre nos replicaron: un ingeniero sabes que los riesgos no pueden del todo ser eliminados, pero si minimizados.
Oxwell L’bu copyrights 2019
Es hermoso contemplar, los cortejos procesionales, por la noche, la iluminación impresionante y ese efecto que crean las nubes de incienso con las luces, que parece que el anda va rompiendo con la obscuridad...
Es hermoso, pero no hemos detenido a pensar, en los riesgos implícitos que todo esto conlleva, luces, nubes de incienso, en no raras ocaciones juegos artificiales (pólvora) así como el hecho de pasar muy cerca del tentido eléctrico, con sus líneas de alta potencia. Todo esto en si crea un riesgo de incendio, el cual podría provocar la pérdida de vidas humanas, así como de las imágenes religiosas.
Hace algunos años, estudiantes de la facultad de ingeniería, de la escuela de ingeniería eléctrica de la universidad de San Carlos de Guatemala, realizaron un estudio al respecto, como parte de un proyecto del pensum de estudios de su carrera. Y habiendo examinado las instalaciones eléctricas de varios cortejos procesionales, se encontraron defectos en el diseño de los circuitos, así como violaciones a algunas normas de seguridad y el uso de materiales inadecuados, lo cual constituye un riesgo potencial de incendio por corto circuito o mal funcionamiento. A veces esto ocurría por desconocimiento o por buscar el ahorro de costos en materiales.
De dicho estudio, han pasado poco más de dos décadas y desconozco de primera mano, si en todos estos años se han hecho las correcciones que en su oportunidad se sugirieron. Pero independientemente de ellos, es hoy cuando se deben de tomar en consideración los riesgos y actuar en conformidad de los mismos. Porque por alta que sea la inversión, está es mínima si se compara, con la potencial pérdida de patrimonio irrecuperable y no digamos de vidas humanas.
La Semana Santa en Guatemala, sigue siendo una de las más bellas del mundo, no permitamos que esta un día se vea empañada por un descuidó o negligencia, o por minimizar costos. Cuando era estudiante de ingeniería, varios de nuestros maestros siempre nos replicaron: un ingeniero sabes que los riesgos no pueden del todo ser eliminados, pero si minimizados.
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