Las calles desiertas
parecen como muertas,
el Nazareno no ha salido
del templo, no hay alfombras,
solo algunos cucuruchos penitentes.
La pandemia ha confinado
el cortejo procesional
y hoy el pueblo demuestra
que su fe, no es emocional.
La nostalgia invade las calles
y les da por llorar...
El corazón evoca y provoca
un intenso deseo de rezar
y la Madre del Consuelo,
los viene a acompañar.
Un aroma a incienso
que desciende,
una llama de fe
que se enciende;
ella está allí, porque
a sus hijos nunca,
los abandona.
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#semanasantaencuarentena
#semanasantaenguatemala
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