viernes, 10 de abril de 2020

“El via crusis de la pandemia”

“El Via Crucis de una pandemia”
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

I. Jesús es condenado a muerte.
Por quienes toman las desiciones de las naciones,
por los que anteponen el dinero a la vida,
por quienes con toda la intención, plantaron
este mal en el mundo...Por aquellos que niegan
los recursos para la cura, aguardando el momento
en el que sus acciones en la bolsa suban de valores, Jesús es condenado a muerte...
Y quienes lo condenan se lavan las manos
y se las secan con el paño de la opinión pública.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

II. Jesús carga la cruz...
El peso de la pandemia cae sobre todos,
incluso sobre aquellos que la han impuesto;
pero como suele suceder el peso al final siempre
queda sobre las espaldas, de los más pobres,
los más desprotegidos, de los sin techo, los olvidados, los que siempre solo suelen ser, los números que engrosan las estadísticas.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

III. Jesús cae por primera vez.
Nación tras nación ha ido cayendo
y son muchos los que caen y sucumben
frente a la pandemia. La humanidad a caído,
pero se levantará porque hay un camino
que recorrer.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

IV. Jesús encuentra a su Madre.
Humillado por el dolor, en ese vía crusis
de soledad, de dolor y el distanciamiento social, la Madre sale al encuentro,
porque una Madre nunca abandona a su hijo enfermo,sin importar las restricciones, sin importar la cuarentena, ni el toque de queda.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

V. Jesús es ayudado por el cirineo.
Son las mujeres y hombres de blanco
los cirineos, que se ponen la cruz a cuestas,
esa cruz sangrada y pesada, de los enfermos,
de los que muchos rehuyen por miedo al contagio.
Son ellos los que llevan el peso de la Cruz, junto a Jesús.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

VI. La Veronica limpia el rostro de Jesús.
La Veronica de hoy son aquellos, que hoy se abren
camino entre el temor, para limpiar y desinfectar, con el riesgo de poderse contagiar. Ellos son como la Veronica se arman de valor y sirven con amor.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

VII. Jesús cae por segunda vez.
Jesús cae, pero no se queda allí, se vuelve
a levantar, porque hay que servir, como lo
hacen los policías y las fuerzas de seguridad,
porque hay que reguardar a un pueblo,
que a veces, no entiende o se suele por el
encierro desesperar.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

VIII. Jesús consuela a las mujeres.
El está allí, consolando al que se queda llorando,
cuando se llevan a su hijo, a su madre, a su padre,
al amigo, al abuelo, al hospital sin saber si los
volverán a ver...

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

IX. Jesús cae por tercera vez.
En una cuarentena desgastante, en una pandemia,
que parece una fiera galopante, son muchos los que se desesperan y ya no quieren avanzar. Pero Jesús no solo cae, sino también se levanta por tercera vez y de la misma forma el levantará a su pueblo.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

X. Jesús es despojado de sus vestiduras.
Esta pandemia, esta cuarentena, va despojando de sus vestiduras a este mundo, ese mundo que se viste de shows, de espectáculos deportivos, del glamur y riqueza de las alfombras rojas... Hoy el mundo despojado de esas vestiduras, deja al descubierto, la pobreza, la miseria y deja ver a los pobres de este mundo, a los que habían olvidados y abandonado. Si, son muchos los que están siendo despojados, del sustento diario.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

XI.Jesús es clavado en la cruz.
Incapaz de poder espantar una mosca que le molesta o quitarse una gota de sangre mezclada con sudor, desde la Cruz nos mira con amor. Ahora que pudiendo tocar lo evitamos, ahora que los besos y los abrazos parecen prohibidos, por eso del distanciamiento social, que ojalá no sea un distanciamiento espiritual.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

XII. Jesús muere en la cruz.
Hay muchos que mueren, solos y abandonados como murió Cristo, serán sepultados, sin velorio, sin compañía y posiblemente en fosas comunes, donde se perderá su nombre y solo serán un número en la fatídica estadística.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

XIII.Jesús es bajado de la Cruz y puesto en los brazos de su Madre.
La que ha sido fiel desde la anunciación a Belem, la que ha sido servidora y testigo desde el pesebre a la cruz, hoy recibe a Jesús o lo que queda de Él...De la misma forma que hoy recibe envueltos en sangre y sudor a los que están al frente de la pandemia.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

XIV. Jesús es sepultado.
Si, miles han sido sepultados, pero nunca serán olvidados, por aquellos que los aman, por aquellos que hoy ven un lugar vacío en la mesa, por aquellos que conocen su nombre y para quienes, saben que no son solo un número en la estadística vacía.

V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

XV. Jesús Resucita entre los muertos.
El mundo se levantará de las cenizas, de la tragedia y la muerte, resurgirá como resurge la primavera en medio de el cruel invierno.

Surgirá revestido de Amor, porque sólo el Amor nos hará alcanzar el perdón, así como Jesús transformó la vía dolorosa, en el camino de la redención, transformó la cruz de su martirio y muerte, en cruz de salvación y redención.
Amén.

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