lunes, 26 de marzo de 2018

Meditación personal del Padre Nuestro

“Meditación Personal Del Padre Nuestro”
La oración por antonomasia de los cristianos, que clamamos “Padre Nuestro”  mas no pocas veces nos resulta tan difícil ver a los demás (extranjeros, personas de otros credos, ideas, ideologías, incluso los que le van al otros equipo…) como hermanos, como semejantes, principalmente cuando nos enfocamos en las diferencias…

Hemos dicho tantas veces “Padre Nuestro” sin cobrar real conciencia de lo que Jesús puso de manifiesto desde el primer momento, justo al iniciar esta bella oración; oración que desde niños aprendemos a recitar de memoria, pero sin darles vida…Creo que esa es una de las más extraordinarias novedades de Jesús y su evangelio. Ya que a Dios se le había sido presentado con 21 diferentes nombres, cada cual ponía de manifiesto una característica de Dio, como lo son: Adonaí (señor), El Elohe (El Dios de Israel), El Ayón (El altísimo), Elohim (el creador, todo poderoso), El-Roí (el Dios que ve), El Shaddai (El todo suficiente), YHVH Sabaot (Dios de los ejércitos) entre otros, pero el primero en presentárnoslo como Padre es Jesús.

Decimos “Venga a nosotros tu reino”  y me pregunto, si le permitiríamos reinar, sin que nuestros propios intereses se antepongan y propongan un golpe de estado…

Creo que para tipos rebeldes como yo, cuando pronunciamos el “Hágase señor tu voluntad” el camino se nos pone cuesta arriba y se nos hace difícil avanzar, solo nos queda pedirle al creador, que nos conceda “el querer y poder” que nos hace falta.

“Dadnos hoy nuestro pan de cada día” y no tardamos en hacer alusión hacia los acaparadores, los detractores que usuran con el hambre del pueblo, los avaros que acumulan y se nos olvida que no pocas veces estamos inconformes con el pan diario, porque nunca es suficiente para los que buscamos “garantizarnos un buen futuro” y luego nos vemos lavando las culpas de tantas ausencias…

Perdonar…”Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden” ¡Hay Dios! Si nosotros perdonamos “Con derecho de desquite”, inventariando las culpas y faltas de los demás, si en la primera oportunidad les restregamos en la cara sus faltas y tomamos ventaja.  Padre perdónanos como tu perdonas y ensénanos a perdonar, incluso a nosotros mismos.

“Líbranos señor del mal” pero como puede liberarnos y pasar por alto esa gracia del libre albedrio ante el mal que nosotros mismos causamos, como puede trocar el fruto de aquello que con nuestras manos cosechamos… Si la misma naturaleza, nos enseña  en las leyes de la física, que a toda acción, corresponde una reacción… Como puede liberarnos del mal que conscientemente buscamos y abrazamos.

Creo que no existe oración más bella y completa, la cual va más allá de una receta, que repetimos y repetimos, ya que es la manifestación más sublime de amor, entrega, confianza, fe y esperanza. Es un desafío que implica una transformación profunda, de aquel  que busca al creador como Padre y se siente con la confianza de ser hijo…Ya que el Hombre de Nazaret, lo hizo vida y lo manifestó hasta en su ultimo, suspiro cuando exclamo “Abba (papito) en tus manos encomiendo mi espíritu”
Oxwell L’bu Copyright ©2012


(Version en Arameo)

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