El barrio de La Candelaria, como es conocido, por los capitalismos de la ciudad de Guatemala, es un barrio rico, en leyendas e historias, de donde sin lugar a dudas, se nutrió la pluma de Miguel Ángel Asturias (Nobel 1967).
La parroquia de nuestra señora de Candelaria, es trasladada de la Antigua Guatemala, a la nueva Guatemala de la Asunción tras los terremotos de 1773; se dice que muchos, pese a la destrucción, se negaban a abandonar su tierra en lo que hoy es la Antigua Guatemala, pero al ver que las veneraras imágenes de Jesús de Candelaria, así como la de la Virgen de Candelaria, serian trasladadas a la nueva Guatemala, se deciden y lo dejan todo por seguir a las imágenes de su devoción.
Al entrar y alzar la mirada, es la imagen de la Virgen de Candelaria la que desde el altar mayor, da la bienvenida y al costado invariablemente, los ojos se encontrarán con el “Nazareno moreno” el Cristo Rey de Candelaria.
Fue en su fuente bautismal, donde el susodicho fue bautizado y nombrado, será por eso que vive enamorado, de los ojos de la Virgen...
Cada 2 de febrero, se celebra a su patrona. Sale la imagen en procesión y se engalana el barrio con su fiesta. No se deben de olvidar, también “Los lamentos del nazareno” leyenda que data de tiempos memorables, en la cual se dice, que cuando se escucha los lamentos del nazareno, algo está por pasar, una de las últimas veces que se escucho fue en la víspera de 4 de febrero de 1976 antes que ocurriera el terremoto, que dejó como saldo, miles de muertos y damnificados.
Dicha parroquia, es una de las que guarda, el corazón de las devociones y tradiciones en Guatemala, principalmente durante la Semana Santa.
Oxwell L’bu copyrights 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario