“Irenne Valeska Coronado E.”
Cuando se canta con eterna devoción, Dios recoge esa oración y la convierte en las flores que adornan los días y las estrella que iluminan las noches…
La primera vez que escuché a Irenne Coronado fue durante la clausura del año mariano, un 7 de junio de 1,988 (Día de la Asunción de María), cuando cantaba con el grupo “Buenas nuevas” el cual estaba compuesto por voces, realmente privilegiadas, como las de: María Luisa Moran, María Teresa de Penagos, María del Carmen Lambour, Patricia Penagos, Silvia Marianne Mertins(autora de los temas), la potente vos del soprano César Augusto Penagos y por supuesto Irene Coronado. Ese día su voz impactó, cuando cantó “Nuestra única esperanza” y luego entonaron “Madre… Perdóname.”
Tiempo después tuve el privilegio de volverla a escuchar, ya como solista, cuando era invitada a los aniversarios del grupo de Renovación, de la parroquia Jesús Resucitado y algunas veces que ella llegaba para las guirnaldas de adviento con diferentes comunidades.
Hoy en día, es misionera, cantante, autora y predicadora y sigue sirviendo con el mismo amor y fervor de aquellos días. Esperó un día volver a escucharle y compartir, pero por hoy volveré a escuchar aquel cassette, que contiene la música con que la conocí “Hoy… Hagan lo que el les diga”
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#Musicacatolica
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