“Domingo de Ramos en Guatemala”
Con nostalgia gozosa, evocó ese domingo de ramos en mi Guatemala…
Son memorias que me remontan a cuando era un chiquillo, con la alegría de quien juega de noche y de día, pero que también buscaba esos momentos de soledad, para orar, para rezar, como lo hace un niño, sin palabras rebuscadas, ni oraciones elaboradas, sino con esas expresiones de nacen del corazón.
Y durante la Semana Santa con más fervor y devoción. Era ir muy de mañana a la misa temprana y comprar un ramito con aroma a flores y corozo, era ir a ver a Jesús de las palmas y saludarlo, elevando el ramito con el corazón y decir casi como una canción, viva Jesús de las palmas, hijo de David ten piedad de mi…
Y con esa misma alegría, que luego se convertía en una especia de congoja, cuando se contemplaba a Jesús llevando la cruz y a aquellas legiones de cucuruchos, llevando sobre sus hombros la imagen del Nazareno que mi padre veneraba, a Jesús Nazareno de los milagros del templo de San José.
Domingo de Ramos en Guatemala, es evocar ese popurrí de Ramos, que huele a incienso, a corozo, pino, pólvora y flores; es quedarse admirado con la belleza de las alfombras, que más que una tradición, son una muestra de fe, arte y devoción.
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#SemanaSanta
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