“Mi amigo Monseñor”
(Monseñor Willy Flores)
«Antes de que yo te formara en el vientre de tu madre, ya te conocía. Antes de que nacieras, ya te había elegido para que fueras un profeta para las naciones». Entonces yo le respondí: —Pero Señor DIOS, yo soy muy joven y no sé hablar en público. Y el SEÑOR me dijo: —No digas que sólo eres un joven, porque irás a donde yo te envíe y dirás todo lo que yo te ordene. No le temas a la gente, porque yo estaré protegiéndote. >>
Jeremías 1:5-11
Monseñor Willy Flores, un apasionado por la fe y por difundir y compartir el amor de Dios. Para el, no había asunto más importante, que atender a quien llamaba a su puerta, ya fuera con una necesidad, con una angustia o alguna duda...
Un día, llame a su puerta y pronto se abrió, le pedí 5 minutos y me dio, todo el tiempo del mundo. No me cuestionó, más bien me escuchó. Monseñor, todo un maestro, no solo en las cosas de la fe, sino también de la vida. Fue el quien me explico aquella teología, que yo no comprendía y me adentro al misterio del dogma de la Inmaculada Concepcion, no con tesis complicadas, sino de una forma tan sencilla que abrió mi entendimiento.
Fue el, quien me hizo caer en la cuenta, que la universidad, donde estudiaba, tenía voto concepcional y me contó de las bellas tradiciones del pasado.
Más de una vez, rezamos El Rosario, más de una vez lo interrumpió por atender a un necesitado, porque el era de los que oran con la mano en el arado.
Monseñor, no me lleno de mas dudas y preguntas, por el contrario, con el fósforo de la sencillez prendió la lámpara de la sabiduría.
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