sábado, 19 de abril de 2014

***Y Una Espada De Dolor Herirá Tu Alma…***

 
***Y Una Espada De Dolor Herirá Tu Alma…***
María, María, si hubieras podido por siempre
resguardarlo en tu vientre…
Si hubieras podido arrullarlo y amamantarlo
por toda una eternidad…
Si hubieras podido mantenerlo atado a tu regazo
siendo siempre el niño a quien le prodigaba
tanto amor y cariño.
...
María, María, dulce María madre de la fe,
tu adolecente se fue y presuroso corriste
tu y el buen José…
Y lo encontraste discerniendo las escrituras
en el templo, tu lo amonestaste y el te contesto:
estoy en la casa de mi padre,
tu no lo comprendiste mas no discutiste
y lo atesoraste en tu corazón.

María, María madre de la esperanza,
el joven se ha ido al desierto dejándote en desconcierto.
tú sigues esperando su revelación y guardando en tu corazón;
en esa cuaresma pascual se va develando ese misterio,
misterio que trasciende a la reina del cementerio…La muerte.

Juan el Bautista esa voz que clama en el desierto, el precursor;
tu la mujer que en silencio a preparado el camino…
Su origen divino se empieza a revelar y tu no buscar figurar,
te quedas tras el telón contemplando sus milagros y prodigios,
escuchando esa palabra, palabra que da vida.
 
María, María tu que le ensenaste a caminar y muchas
veces fuiste su consuelo al tropezar…
Hoy te toca ir tras de El abriéndote paso entre la multitud,
que aplaude sus milagros y se muestra complaciente
cuando comen de gratis.

María, María que le escuchaste preguntar delante de una multitud estando tu presente: ¿Quién es mi madre?
y en ese momento tu lo reconociste no solo como tu hijo
sino también como tu Señor.

María, María, tú la Madre del Rededor, Madre del Amor,
hoy lo vez frente a los poderosos de la tierra, frente
a los que se creen los dueños de este mundo…
Sin darse cuente que al final resultaran presos y cautivos
por sus decisiones y serán reos de muerte por sus acciones.

Redentoris Mater, Mater Maestus, Imma…
Hoy lo contemplas en su agonía, hoy lo vez humillado
y vencido, clavado en una cruz…
Él, el pan de vida, el cordero de Dios, el varón de dolores,
el mesías, el Cristo Jesús…
Corre su sangre y en tus ojos lagrimas de profundo dolor.

María, María si hubieras podido por siempre resguardarlo
en tu vientre…
No lo verías en la Vía Dolorosa caminando rumbo a la muerte
desangrado y humillado, abandonado por los que juraron
seguirlo hasta la muerte…
Traicionado por sus amigos ante la alegría de sus enemigos.
 
Mientras el agoniza, los sueños de grandeza de algunos
de sus seguidores se hacen ceniza,
El desconsuelo y la desalación son hoy la tentación,
pero tú eres firme y dura en tu fe como esa cruz,
que es el instrumento de redención donde yace Cristo Jesús

La muerte ha vencido, las tinieblas gobiernan, la muerte reina
la espada se ha incrustado totalmente en tu corazón,
en el mismo momento en el que a Él lo atravesó la lanza;
el velo del templo se ha rasgado dejando al descubierto
lo que realmente es santo.

María, María si lo hubieras podido por siempre proteger
con todo tu ser y mantenerlo en tu vientre…
no lo verías con el rostro desfigurado y el cuerpo mutilado,
entre tus brazos y seguiría siendo aquel bebe…
pero el ya se fue, regreso con el padre.

María, María, mi dulce María tú la primera evangelizadora,
en medio de las tinieblas brillas sola tú como un veladora,
que con su pequeña luz nos sigues mostrando que nunca
saldrá defraudado aquel que pone su fe en Cristo Jesús.
Oxwell L’bu copyright2014
Imagen: Internet

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