“El cuarto rey mago”
Vamos presurosos al templo y dejamos en el camino al necesitado, ignoramos su necesidad y en nuestra necedad, decimos que vamos al encuentro del Señor, llevamos plegarias, llevamos ofrendas, pero no llevamos amor.
La historia del cuarto rey mago, no está contenida en los evangelios y nos habla del mago, que también vio la estrella de Belén y salió al encuentro, pero cuando llegó, el Niño ya no estaba, pues escapaba de la persecución de Herodes y salía de su tierra, rumbo al exilió.
Artaban, en su búsqueda del Rey, vio necesidad, vio el dolor de tanta gente y no pudo pasar indiferente...Llevaba consigo un cofre de perlas, que llevaba como presente al Redentor. Pero por qué no le faltaba amor, ni caridad, las fue repartiendo en el camino, su cofre se vació, más su corazón se llenó de amor.
Más de treinta años después, su búsqueda terminó, pero lo encontró crucificado, desfigurado por los hombres. Pero días después, el mismo Jesús se le apareció luego de su Resurrección y al verlo, se postró y lo adoró y lamentó, el ya no tener ningún regalo que ofrecerle, pero el Maestro, le replicó: Todos tus regalos, ya los recibí, porque tuve hambre y me diste de comer, tuve frío y me abrigaste, estuve en necesidad y me socorriste...
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